No hay una prenda de ropa en el deporte más preciada que la Chaqueta Verde. La elegante pieza que se entrega como reconocimiento al campeón del Masters de Augusta es más que un objetivo: es un icono deportivo que ha traspasado fronteras y décadas. Porque si cada Masters tiene su historia, la Chaqueta Verde también tiene la suya propia.
Todo arrancó en 1930. El cofundador del Augusta National Golf Club, Bobby Jones, acudió a disputar el British Open en el Royal Liverpool Golf Club de Hoylake y observó cómo todas las altas esferas de aquel torneo lucían una distintiva chaqueta roja. La distinción que otorgaba aquella prenda era tan grande que incluso se distinguía con ella al ganador del torneo. Así lo supo de primera mano Jones, quien se proclamó campeón de aquella edición.
Fue en uno de los hitos de la historia del golf. En aquel 1930, Jones se convirtió en el único jugador (hasta el momento) en ganar los cuatro 'majors' en un mismo año. El golf, por entonces, no se estructuraba de la misma manera que ahora y este hito es incluso relativo, porque dos de los torneos de aquella serie ni siquiera eran profesionales. El Masters de Augusta no existía y los cuatro Grand Slam eran el British Amateur, el British Open, el US Open y el US Open Amateur.
Aquella experiencia en el British fue clave para que Jones tratara de llevar el golf a otra dimensión. Decidió construir un campo para poder seguir dedicándose a su pasión cuando no estuviera en activo. Buscó terrenos para ello y encontró en el estadio de Georgia, en la ciudad de Augusta, el emplazamiento perfecto. Contrató a un diseñador, Alister McKenzie, y entre ambos pusieron en liza un proyecto para la historia: la creación del Augusta National Golf Club.
El campo estaba listo en diciembre de 1932, cuando fue abierto y ya estaba convertido en uno de los más exigentes de Estados Unidos. Por ello, el mayor deseo de sus fundadores era el de acoger la celebración del US Open, algo que, sin embargo, nunca llegó a producirse. En 1934 se disputó la primera edición de un torneo por entonces invitacional. Algo que ya no vio Mackenzie, fallecido en aquel 1934.
El deseo de distinción y el vuelo que cambió la historia
Pero tener un campo brillante no era suficiente para Jones, que quería dar a su club un toque distintivo como el que había visto en Hoylake. Abogó por instaurar el uso de una chaqueta verde entre los socios del club. Ello se instauró en 1937, con una prenda de lana que permitía a los miembros del club mostrar esa exclusividad de la que Augusta pretendía hacer gala.
El Augusta National Invitational Tournament dio paso en 1939 al The Masters Tournament, nomenclatura oficial del evento. Entre medias, el campo incluso acogió el PGA Seniors Championship, demostrando así que se estaba haciendo un nombre en el planeta golf. Pero ni el campo ni el nombre eran suficientemente distintivos para Jones. Quería algo más. Con la referencia del Royal Liverpool Golf Club, Jones tomó la idea de entregar la chaqueta verde que se había promocionado entre los socios al ganador del torneo. Esta idea se adoptó en 1949 y Sam Snead, campeón de aquella edición, fue el primer ganador en lucirla.
Pese al prestigio que iba tomando el torneo con esas decisiones, el Masters de Augusta no dejaba de ser un evento normal. Todo varió en 1960, en un vuelo que Arnold Palmer compartió con el periodista Bob Drum. Ambos analizaron la manera de cambiar la estructura tradicional del golf: si se quería profesionalizar el deporte, no era posible que dos de los 'majors' de entonces estuvieran destinados a golfistas amateurs. Ahondaron en esta idea y llegaron a la conclusión de mantener el British Open, de mantener el US Open y de permitir a la Asociación Profesional de Jugadores de Estados Unidos crear su propio torneo: el Campeonato de la PGA.
Pero querían cuatro 'majors'. No había torneo que fuera mayor candidato para ello que el que se disputaba en aquel Augusta National: sus altos premios económicos, muestra de la distinción de aquel club, eran sin duda un gran atractivo para ello. Ello llevó a que el Masters, desde su edición inicial en 1934 y aunque fuera muchos años después, acabara siendo reconocido como el cuarto Grand Slam del planeta golf. Su mística y sus tradiciones, de hecho, han situado al Masters en una dimensión quizá incluso distinta a la de sus tres compañeros 'majors'.
Porque lo del cuarto Grand Slam tan solo fue por la línea temporal. Seguramente, no hay torneo en el golf con renombre que del segundo domingo de abril en el Augusta National Golf Club. No hay prenda de ropa más preciada en el deporte que la Chaqueta Verde que luce su campeón. No hay evento más esperado en el planeta golf que el Masters de Augusta que se pone en marcha este jueves 10 de abril.